Si te preguntas cómo optimizar Windows 10 y 11 para gaming y aumentar el rendimiento para ganar algunos FPS, estás en el lugar adecuado. Te voy a enseñar unos trucos que aplicó para mejorar el rendimiento a la hora de jugar en Windows 10 y 11. Aquí te dejo los siguientes ajustes personalizados.
Además de esta guía, te dejo el enlace sobre cómo identificar la bajada de FPS, que también te puede ayudar a saber la causa de tener FPS bajos.
Configuración de Windows para ganar FPS mientras jugamos
Desactivar optimizaciones de Windows para juegos (barra de juego y modo de juego)
- Haz clic en el inicio de Windows y busca la configuración (rueda dentada). Luego, busca «Juegos» y desactiva las opciones de grabación de pantalla “Game bar”.
- En la parte izquierda del menú, selecciona la opción “Modo de juego” y también desactívala.


¿Por qué desactivar estas opciones?
- Game Bar: Se recomienda desactivar la Game Bar de Windows para jugar porque puede afectar al rendimiento del sistema y causar interferencias durante la partida.
- Modo de juego: En muchas ocasiones, esta opción entra en conflicto con algunos juegos y hace el efecto contrario para lo que se ha creado.
Desactivar los efectos visuales de Windows
- Haz clic en el inicio de Windows y escribe «Configuración avanzada». Luego, haz clic en “Ver la configuración avanzada del sistema” para abrir una nueva ventana.
- Ve a Opciones avanzadas -> Rendimiento -> Configuración. Si eres un usuario avanzado, puedes desactivar las opciones personalizadas. Si no, te recomiendo seleccionar la opción de “Ajustar para obtener el mejor rendimiento”.


¿Por qué desactivar esta opción?
Se recomienda desactivar los ajustes visuales de Windows para mejorar el rendimiento del sistema y reducir el uso de recursos del hardware. Estos efectos visuales, como animaciones en la barra de tareas, vistas en miniatura en lugar de iconos y transparencias, consumen memoria RAM, GPU y CPU, lo que puede ser especialmente notorio en equipos antiguos o con hardware de gama baja.
Desactivar aplicaciones de Windows en segundo plano
- Haz clic en el inicio de Windows y busca la configuración (rueda dentada). Luego, busca “Aplicaciones en segundo plano”.
- Aquí tienes dos opciones: desactivar globalmente todo desde el botón activo para ganar el mayor rendimiento posible, o hacerlo de manera personalizada y desactivar una a una las opciones que no te interesan.

¿Por qué desactivar esta opción?
Se recomienda desactivar las aplicaciones en segundo plano de Windows para ahorrar energía y recursos del sistema.
Desactivar notificaciones y acciones de Windows
- Haz clic en el inicio de Windows y busca la configuración (rueda dentada). Luego, busca “Notificaciones”.
- En esta pantalla, puedes seleccionar desactivar todo tipo de notificaciones. Si no, te recomiendo desactivar las primeras opciones que aparecen, como: Mostrar notificaciones en la pantalla de bloqueo, Mostrar avisos de llamada VoIP, Permitir que las notificaciones reproduzcan sonido, Mostrarme la experiencia de bienvenida de Windows después de las actualizaciones, y también trucos, consejos y recomendaciones mientras usas Windows.
- Luego, puedes desactivar las notificaciones de aplicaciones de manera personalizada según tus preferencias. Cuantas menos notificaciones tengamos, mejor será el rendimiento mientras jugamos.

¿Por qué desactivar estas opciones?
Primero, porque es molesto que mientras juegas se cuele alguna notificación del sistema y, sin querer, le des clic y te saque de la partida.
Conclusión
Optimizar Windows 10 y 11 para gaming puede marcar una gran diferencia en tu experiencia de juego. Siguiendo estos ajustes, podrás mejorar el rendimiento de tu sistema y disfrutar de tus juegos favoritos sin interrupciones ni caídas de FPS. Recuerda que cada equipo es diferente, así que prueba estos ajustes y encuentra la configuración que mejor se adapte a tus necesidades.
¿Tienes algún otro truco para optimizar Windows para gaming? ¡Déjanos tu comentario y comparte tu experiencia!